11 September 2011

Baño y Poesia - Ociosa

Cuando escuché mi nombre, me levanté con resignación. El calor dentro del aula era demasiado fuerte; mi remera estaba mojada en mis axilas y en algunas partes de mi espalda dado a que los miserables ventiladores que poseíamos tenían tanta fiaca que se provocaron la muerte quemando sus motores.

-¿Cómo se llama tu poema? -Me preguntó el profesor, Andrew. Él era el menos simpático de todos: estricto, daba muchos exámenes, y también era serio. Sin embargo, me llevaba bien con él.

-”Otra vez” -Escuchaba como poco a poco la clase comenzó a hacer silencio y sentí como las miradas se posaban en mi. Respiré hondo.-:

Hundí tus dedos.
Quiero escucharme.

Gritar. Mentir. Llorar.

No te preocupes,
la pared sufre.

Yo sé maquillarme.

El aire escasa.
El humo aspiro.

Veneno trago.
La comida
no toco.

La fantasía me envuelve.
Espero por tu fuerza.

A dormir he dicho.

No era la primera vez que ese silencio de confusión aparecía cuando yo terminaba de leer algo. ¡Pero no era mi deber controlar mi imaginación cuando escuchaba a Kurt Cobain! cantando aquellas letras que hacían a mi musa bailar. Si Nirvana podía ayudarme con la inspiración de un miserable poema para la clase de Lengua & Literatura, yo no le iba a negar su estridente solidaridad. Sólo fijé mi mirada a la del profesor, que se mostró dubitativo ante lo que diría. Pero antes de que pudiera decir algo, alguien más le ganó la oportunidad: la risa de uno de mis compañeros.

-¿Qué te fumaste? -preguntó despectivamente el que se reía.

-Lo que me diste vos. -Le respondí arrogante. <> Pensé.

-¿Sabías que por esa clase de cosas, la gente te tilda de loco? -esta vez fue otro.

-¿Sabías que por tu falta de inteligencia, la gente te tilda de estúpido?

-Prefiero ser mil veces más estúpido de lo que ya soy antes de ser un enfermito como vos.

-¿Podes ser más estúpido de lo ya sos? -le pregunté irónico. Me jodía que el profesor sólo se quedara escuchando semejantes comentarios burros. Siempre actuaba cuando la violencia hacía levantar al bullier de la silla.
Como ahora.

-Qué decís, pedazo de--

-Escuchame, vos -interrumpió justo a tiempo.- las peleas las hacen afuera ¿Entendiste, Lawrence? Ya tengo suficiente de lo insoportable que estás. -Parecía más cabreado de lo normal en ese tono que lo retó. Tampoco era sorpresa que Laly, como le decíamos, se portara mal. Pero normalmente, casi nunca lo hacía en Lengua & Literatura.

Él lo miro molesto y una tensión nació. Me pareció extraño. Nunca había reaccionado así cuando algún profesor le retaba: parecía que le dijera con la mirada “ya vas a ver lo que te espera.”

Minutos más tarde, el timbre sonó.
Salimos afuera y yo me había ido al baño de arriba, que nunca iba a nadie (salvo en ocasiones cuando los de abajo no funcionaran o estaban llenos, en los que se debían cuestionar: me hago encima o me aguanto con dolor), a mojarme el rostro. El agua fría era lo mejor para mi en aquella época del año pero no sólo porque me refrescaba, sino porque ese lugar era el más fresco de toda la escuela al estar sin ventanas. Era como una pequeña cueva con ese color de cemento fresco. Era ideal y era mi refugio.

Sin embargo, mi tranquilidad no duró mucho. Comencé a escuchar la voz de mi profesor y mi bullier personal acercándose por el pasillo. Me encerré dentro de uno de los cubículos del baño. Quizás te preguntes por qué no salí en vez de quedarme ahí como una chusma. La razón es que cuando iba a abrir la puerta, la perilla se movió. No sé por qué mis piernas no quisieron esperar para darles el permiso para entrar al baño así de esa forma yo me iba a ir a sufrir en horno que era el patio y dejarlos en la intimidad , como supuestamente debía ser.

-¡Así que ahora me retas, eh! -dijo Lali. -¡¡Te dije mil veces que si tenías problemas, me lo decías en la cara pedazo de mierda!! -”Wow” susurré mientras abría bien los ojos. Que agresividad que tenía el tipo ¡y con un profesor! Me mataba saber cómo rayos iba a reaccionar él.

-Lawrence, te recuerdo que antes de ser tu amante, soy tu profesor. - ¡¿Qué?! ¡¿Amante?! ¡¿Lali y el profe. de L&L!? - Te sugiero más respeto.

-El respeto metetelo en el medio del culo, Andy. -Oh. Dios. Mio. De repente escuché como si estuvieran peleándose. Pareciera que Andy lo chocó contra los lavabos violentamente. Lali se rió.- Andrew, te recuerdo que antes de ser tu amante, soy tu alumno. -Pude visualizar la socarrona sonrisa de Lawrence de cuando ganaba los partidos de tenis en ese mismo instante.- Y soy menor de edad.

-¿Qué te hace pensar que me importa? -Escuché el ruido de la ropa y que la puerta de mi salida se trabó. <>- ¿Querés saber por qué carajos estoy tan enojado? ¿eh? Yo te voy a decir por qué. -El ruido del cierre bajándose fue tan claro... Después escuché que Lali gemía... Me atreví a pensar que era porque le metía los dedos en la boca ya que también se escuchaba la saliva.- Porque a cada hora me estás pidiendo que te la ponga. Yo ya te dije que no tengo problemas pero ahora en épocas de exámenes, sabés perfectamente que no puedo distraerme. Vos sólo querés que yo te apruebe de antemano para que me dejes de hinchar las pelotas. Pero no te voy a dar el gusto pendejo.

-O sea, ¿te vas a rebajar a complacer mi capricho de ponérmela? - dijo aquello divertido, luego de escupir los dedos que tenía en su boca. Yo tenía el corazón que me latía a mil.

-Te voy a partir en dos. -Dijo el profesor, mientras que su sombra (la que vi por debajo de la puerta), se agachaba.

Lali parecía estar disfrutando. Sus gemidos de gozo eran fuertes y los tres sabíamos que el baño era el más alejado de todas la aulas, por ende, nadie lo iba a escuchar gritar. Luego, comencé a escuchar ese sonido que sólo había visto en las películas porno, cuando el hombre se la da con todo y se produce el ruido del choque entre el trasero y los muslos por cada embestida.
Al principio, traté de estar en calma. Pero se me hacía muy difícil. El morbo había desaparecido y vaya que ahora no tenía pudor: traté que, disimuladamente, el espejito que traía a causa de mi obsesivo narcisismo me hubiera gritado que lo trajera tan insistentemente varios días atrás, tuviera otro uso además de verme. Entonces, lo vi: Andy estaba en el suelo y Lali lo cabalgaba salvajemente. Mi sexo comenzó a latir por urgencia; necesitaba masajearme. Lo hice tratando que ni siquiera sospecharan, cosa que dudaba, que alguien se encontraba viéndolos.
Lo hicieron hasta que se terminó el recreo. O sea, cerca de más de una media hora. Yo pude satisfacerme mientras que los gemidos de los dos aún estaban en mi cabeza.

-¿Listo, mi amor? -le preguntó Lali a Andy, mientras este terminaba de ponerse la camisa. Previamente higienizado, obviamente. Nunca pensé que ese bruto se expresara tan “cariñosamente” con alguien.

-Sí. Nos vemos en casa. -Y justo antes de que abriera la puerta, yo abrí la mia. Ambos se quedaron como si hubieran visto un fantasma.

-Vaya, vaya, vaya... -Había comenzado yo mostrando completa seguridad. Pero la verdad era que estaba cagado de los nervios.- Grabé todo lo que han hecho.

Se produjo un silencio tenso. Los dos se miraron como si fueran cómplices de un asesinato: transpiraban y habían perdido el color que antes los sobrepasaba. Yo proseguí.

-No se preocupen... Lali y usted, Andy. Porque no se lo voy a mostrar nada a nadie. -Ambos mantenían los ojos muy abiertos. Yo trataba que mi mano no temblara demasiado cuando reproduje un video del celular de un par de gays haciéndolos. Como estos estaban más asustados que yo, no se dieron cuenta que no eran ellos. - A cambio de esto: Andy, usted me aprobará en Lengua & Literatura y me recomendará en Gaelle Ringo -era una universidad prestigiosa a dónde muchos escritores habían asistido y sabía que Andrew tenía contactos, como el director del instituto.- Y vos, Lali... quiero que sepas que nunca pensé que eras semejante maricón como para ser la perra del profesor. -Me acerqué, ahora tenía un poco menos de inseguridad que antes.- Yo sé que tenes una banda de estúpidos que me van a perseguir hoy cuando salga de la escuela. Asegurate que no pasé... ¿entendiste, bobalicón? - Sabía perfectamente que él estaba muerto de la bronca y la impotencia; y muy avergonzado. Aunque yo disfrutaba un montón de ver al que me hizo la vida imposible desde la primaria... como yo.- A partir de hoy quiero que seas mi guardaespaldas de los malditos que me siguen ¿querés que te lo dibuje, o ya captas lo que digo? -Algún día, el karma haría que se dieran cuenta que el video era cualquiera y me iba a dar una golpiza.- Pero tampoco tan apegado como lo estás con tu Andy. ¿Sí, mi amor?

Abrí la puerta que trabaron, y tranquilamente con una sonrisa idiota, salí para la siguiente clase.




Autora:  Ociosa Titulo: Baño y Poesía.
Aclaraciones: Original. Está narrado en primera persona. 
Lenguaje grosero. Sexo. Voyeaur (espiar a alguien para excitarse).
 Profesor x Estudiante.
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