11 September 2011

Solos tu y yo en el verano - Sanik

Calor, hacía mucho calor en aquella gran mansión. Un joven delgado como de 17 años aproximadamente, con cabello negro, corto y alborotado despertaba de su sueño quitando de encima las sábanas que sólo aumentaban la temperatura de su cuerpo. A juzgar por la luz que se colaba por la gran ventana, parecía ser alrededor de las diez u once de la mañana. El joven se talló los ojos algo molesto por la brillante luz del sol para después sentarse a la orilla de la cama, notando que no llevaba nada de ropa encima. Suspiró.

- ¿Dónde estoy? – dijo para sí mismo casi susurrando

Una puerta que se encontraba a espaldas del joven se abrió lentamente dejando ver a un hombre muy peculiar. Su cabello era negro en la raíz y color cenizo en las puntas, se veía corto de frente con ciertos picos alzados y por detrás, colgaba una coleta delgada y larga. Vestía un elegante traje negro tipo gabardina. Era alto, de rasgos finos y lo más peculiar de sus características era que justo sobre su cabeza se podía observar unas grandes orejas de lobo del mismo color del cabello acompañado de una cola larga y peluda que se vislumbraba detrás de las piernas del que se mantenía parado en la puerta. En sus manos sostenía una muda de ropa limpia bien doblada, cerró la puerta no sin antes dar una pequeña reverencia ante aquel de la cama. Se acercó en semblante serio hasta pararse en frente del joven donde se inclinó para acercar la ropa evidenciando que era para que se la pusiera.

- Veo que ya despertó mi amo. El desayuno estará listo para cuando decida vestirse y bajar – Dejó que el otro tomara las prendas y retrocedió un paso colocando los brazos hacia atrás en señal de espera por si alguna orden se le diese.

El pelinegro veía curioso al de las orejas pero no se sentía extrañado ni nada, era como si supiera que podía confiar en él. Recibió entonces la ropa, era una camisa blanca algo delgada y unos pantalones negros de vestir sencillos, los zapatos y calcetines ya se encontraban al pie de la cama bien acomodados; algo simple pero elegante.

- Con su permiso – el que se encontraba parado dio otra reverencia mas se dispuso a dejar la habitación.
- Espera! – Interrumpió el joven - ¿Dónde estoy? Y…¿Quién eres tu? – dijo sin mas de una forma confiada
- Se encuentra en su habitación y yo soy su servidor – respondió con la misma seria expresión que seguía sin cambiar.
-hmm… – le observó curioso y prefirió no preguntar más detalle por ahora pues le gustaba el aire de misterio que despedía su aura.

Terminando de vestirse, el pelinegro salió de su cama viendo todo a su alrededor, miró por la enorme ventana observando sólo un patio muy grande, con muchos árboles y una hermosa fuente en medio. Pasó por detrás de “su sirviente” y curioso tomó la cola animal para sentir su textura y sonrió al darse cuenta que su pelaje era muy suave. Siguió caminando dando un pequeño tirón de esa cola antes de dejarla en señal de que lo siguiera. Así salieron de la habitación observando la gran casa que lo estaba esperando, bajaron las escaleras y justo a la derecha se encontraba el comedor.

- Permítame servirle el desayuno –

El mas alto se había adelantado cuando su amo ya estaba sentado en la mesa aún curios de lo que veía a su alrededor.

- ¿Por qué hace tanto calor? – el pelinegro se desabrochaba otro botón de su camisa - ¿Y por qué no recuerdo nada? ¿Dónde están los demás?... Es una casa muy grande para que sólo seamos tu y yo viviendo aquí…hmmmm – él era del tipo de personas que no se preocupaba mucho de casi nada, pero las dudas comenzaban a molestarle

El de las orejas de lobo regresó con un carrito lleno de diferentes platillos sirviendo los platos en la mesa frente al otro para que empezara con cualquiera que él quiera.

- Aunque estemos por acabar el verano, es normal que la temperatura del ambiente sea un poco extrema en éstas fechas - Cerró los ojos y suspiró un poco antes de continuar – Es posible…. Que esto le haga recordar lo que sucedió –

El mas alto se acercó al otro con paso firme subiendo su mano hasta llegar a tomar el mentón ajeno elevándolo lentamente al tiempo que él bajaba inclinándose, así hasta juntar labio con labio. El joven abrió grande los ojos sin moverse para nada. Segundos después, el sirviente tomó el rostro dese la parte baja de la mejilla para sostenerlo con mas firmeza y así profundizar el beso usando su lengua. Esto provocó escapar un gemido por parte del de abajo, haciendo que cerrar sus ojos y concentrándose en la sensación que el beso le producía. Podía verse cómo las orejas de lobo se movían un poco ante las sensaciones y tras la falta de aire, los labios se separaron dejando un rastro de sensaciones tras él.

* Ah……..-

Como si el beso hubiese sido una inyección de información, los recuerdos comenzaban a aparecer en la cabeza del pelinegro. Gemidos, gruñidos, ojos de lobo brillantes y atemorizantes… el calor…. Hacía más calor de lo que sentía ahora. Un dialogo proveniente de quizás un hombre mucho mayor que él resonó vagamente en su mente.
- Se encuentra en celo porque estamos en verano, así que tenemos que encerrarlo para que no tengamos ningún tipo de problema, por favor no vaya a molestarle joven amo porque puede ser peligroso. -

Miró entonces a su sirviente a fijamente a los ojos - …..Tu…..-

--- Flashback ---
Era una habitación grande, tal vez cómoda pero muy oscura. El joven maestro entraba sigilosamente y feliz como si de una travesura se tratara.
-mmm… me dijeron que estabas en celo y que serías peligroso –
Su mirada se dirigía a aquella sombra que se encontraba sobre la cama la cual se movió un poco tras escuchar una voz extraña para él. El pelinegro se acercaba cada vez mas hasta tener una buena visión del cuerpo del otro. Un hombre completamente desnudo se encontraba sobre la cama sentado sobre sus piernas. Podían verse que portaba orejas y cola de lobo, unas garras no tan largas en lugar de uñas y unos colmillos algo mas grandes que los de cualquier humano haciendo de su aspecto uno realmente salvaje.
El joven dio otro paso provocando el descontento de aquella creatura la cual se lanzó ferozmente hacia el otro deteniéndose súbitamente frente a él al sentir el dolor que le provocaba el collar en su cuello pues estaba conectado a la pared mediante una cadena gruesa aunque algo larga.

- No te preocupes, yo no te haré daño… ¿Sabes? Me gustan los sirvientes como tú y simplemente me dio curiosidad el efecto que te provoca el verano…. Así que …-

El pelinegro dio algunos pasos más hacia la bestia desabrochando su camisa mientras caminaba. Al llegar al alcance del otro el lobo lo tomó y empujó hacia la suave cama, rasgando completamente la vestimenta de su presa haciendo unas pequeñas marcas en el delicado cuerpo. Su garganta comenzaba a jadear como si se hubiera encontrado un delicioso manjar por lo que no tardó en probarlo ocupando su lengua para saborear el cuello, las mejillas y por supuesto los labios y el interior que éstos escondían. Con éste inicio el lobo comenzó con su deber animal que le encomendaba aquella estación del año. Fue un poco rudo al penetrar el cuerpo de su amo pero pareciera que al joven también le gustaba pues los gemidos de ambos no se dejaron de escuchar durante todo ese rato.

- Ojalá… sólo fuéramos tu y yo en éste mundo…- Mencionó el joven entre jadeos antes de terminar viniéndose al mismo tiempo que su mascota-sirviente.

El pelinegro quiso abrazar el cuerpo que se encontraba arriba pero éste se separó dando algunos gruñidos y sosteniendo su cabeza. De pronto, aquel hombre bestia había perdido su forma humanoide, ahora era un lobo grande y musculoso. Aulló con fuerza y tiró de su cadena con ímpetu arrancando un pedazo de concreto de la pared. Antes de que el adolescente pudiera gritar alguna palabra para detenerlo,
la roca que el lobo había arrancado golpeó en la cabeza del otro privándole de sus sentidos inmediatamente, dejándole inconsciente sobre esa cama.
--- Fin del Flashback ---

Miró la comida que se encontraba frente de él, tomó un tenedor y pizcó una fresa de un tazón de frutas.

- … A final de cuentas sí estamos solo tú y yo en este mundo… …. ¿No es cierto? – Mordió su frutilla mientras esbozaba una sonrisa que se pronunciaba cada vez más. – ja…jaj…jajajaj… jajajajaja!..... si…. …. Solos… tu y yo… … jajajajaj…. No puedo esperar al próximo verano….-

El que estaba sentado en la mesa reía retorcidamente al tiempo que seguía engullendo su desayuno. El sirviente lo veía desde arriba con de nuevo un semblante serio, inclinándose en señal de respeto y asintiendo todo lo que su amo le decía.

Título: Solos tú y yo en el verano.
Autora: SANIK
Género: yaoi, sobrenatural.
Personajes: originales
Contacto:
e-mail: sssanikss@gmail.com
Páginas: 
http://emocionyaoi.blogspot.com/ 
http://www.metroflog.com/EmocionYaoi

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